Por primera vez, los científicos están aprovechando las imágenes satelitales de alta resolución y los análisis avanzados para crear un mosaico global preciso de los arrecifes de coral del mundo. Con este enfoque innovador, el Atlas Allen Coral pretende que todos los arrecifes de coral del mundo sean cartografiados con una resolución de 3.7 metros para diciembre de 2020.
La iniciativa reúne a socios de Planet, Carnegie Institution for Science, Arizona State University en colaboración con la Universidad de Queensland y National Geographic Society. Cada uno de estos actores tiene un papel crucial en el análisis de los datos obtenidos por teledetección para determinar qué es y qué no es un arrecife de coral y para determinar cómo se pueden utilizar los conocimientos para informar sobre la conservación de los corales.
La tecnología detrás de Allen Coral Atlas: Explicación
Los datos de imágenes satelitales del planeta son el punto de partida para la creación de mapas de coral. Utilizando como referencia la capa de coral 2010 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Planet captura imágenes con un tamaño de 3.125 m de píxel. Cabe señalar que en el Atlas sólo se cartografían los arrecifes de coral tropicales poco profundos, entre 30 grados al norte y al sur del ecuador, a profundidades inferiores a 10 m en el caso de la composición bentónica y hasta 20 m en el caso de la zonificación geomórfica, dada la limitación física de los datos de las imágenes de satélite.
Una vez que Planet ha depurado los datos en bruto con una serie de técnicas de procesamiento, se transmiten al Instituto Carnegie. Allí, el equipo científico corrige los datos para cuestiones como los efectos atmosféricos, la detección de cuerpos de agua, la eliminación de destellos solares, el cálculo de profundidad y la estimación de la reflectancia del fondo.
Después de esto, corresponde a los investigadores de la Universidad de Queensland clasificar los diferentes ambientes de los arrecifes de coral aprovechando los modelos desarrollados por el Center for Global Discovery and Conservation Science (GDCS) de la Universidad del Estado de Arizona. Los algoritmos de aprendizaje automático utilizan los principios del Análisis Basado en Objetos (OBA) para crear mapas altamente eficientes y precisos, incorporando a lo largo del camino atributos como el modelo de clima de olas globales, profundidad del agua, pendiente, etc.
Una vez creados los mapas, la National Geographic Society envía equipos de campo para recopilar datos georreferenciados en regiones seleccionadas para ayudar a probar, desarrollar e implementar los algoritmos de mapeo. Pero a mayor escala, su objetivo es crear conciencia y comprensión sobre el Atlas para que los usuarios puedan aprovecharlo a nivel mundial y ayudar a los programas gubernamentales de vigilancia y cartografía de los corales.
A principios de este año, el Atlas de Coral Allen integró datos de Coral Reef Watch sobre las tendencias de la temperatura del mar de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, lo que permitió a los usuarios del Atlas añadir visualizaciones de la temperatura del mar a petición. El Atlas seguirá añadiendo características y capacidades en el futuro.
Traducido desde: Geoawesomeness